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Nuestra historia de la luz n.º 3
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Articulo por Petteri Saarinen, LEDiL CEO
Foto de arriba: LED iBond, Norway
Ciclo natural de luz: mejora de la vida en el interior
Este artículo forma parte de una serie sobre la historia y el impacto de la luz y la iluminación en la humanidad. Es un largo camino el que hemos recorrido para desarrollar y aprender lo que es la iluminación perfecta y los beneficios que aporta. Actualmente, nos encontramos en posición de poder dar el siguiente gran salto al interior.
El ritmo natural de la luz del día y de la oscuridad caracteriza la vida cotidiana, en la que las horas de vigilia se dividen entre el tiempo que se está en el exterior con luz natural y en el que se pasa en el interior, que suele mejorar con la luz artificial.
El flujo de la luz natural es constante, con brillos, colores y tonos que cambian sin cesar ante nuestros ojos, según la hora del día y el lugar. A pesar de que nos hemos acostumbrado a los ciclos naturales de la luz, esta nos afecta de infinidad de maneras, algunas de las cuales solo estamos empezando a entender.
De exteriores a interiores
Ya han pasado los días en los que la mayoría de la gente pasaba largas jornadas trabajando en el campo y se han sustituido, en gran medida, por el trabajo en el interior de los edificios, por ejemplo, oficinas, fábricas y almacenes. En la actualidad, dedicamos gran parte del tiempo que pasamos al aire libre fuera de casa a trasladarnos de un lugar interior a otro, sin contar las horas de ocio. Según las investigaciones actuales*, en la actualidad muchas personas pasan en interiores hasta el 90 % del día. Se trata de un periodo de tiempo importante, lo que habla de nuestra necesidad de bienestar en el interior.
Aquellos que hayan leído los artículos anteriores de esta serie, ya conocerán los enormes avances que se han realizado en las innovaciones de iluminación para aumentar la seguridad nocturna de calles, carreteras y ciudades. Ya ha llegado el momento de que prestemos atención a los espacios interiores, donde estamos cada vez más tiempo, y que exploremos el impacto profundo y permanente que tiene tanto para mantener como para promover el bienestar físico y mental.
Una buena iluminación:
algo más que la adecuación a la finalidad
Es común la creencia de que la buena iluminación consiste en cumplir las normas y que la mala iluminación no lo hace. La iluminación que parece demasiado brillante, con niveles excesivos o insuficientes, una reproducción cromática deficiente o parpadeos, no cumple, como es lógico, las normas y puede considerarse, sin duda alguna, mala. Por desgracia, se trata de algo a lo que a menudo nos acostumbramos, y ni siquiera entendemos el motivo por el que tenemos la sensación de cansancio en los ojos o por el que acabamos con dolor de cabeza. En cuanto a una buena iluminación, hay quien parece conformarse con que la iluminación sea suficientemente buena para terminar el trabajo.
Con una buena iluminación, se cumplen las normas del sector y se consigue que un espacio resulte visualmente atractivo y cómodo para estar en él. Pero nos alegra ver que cada vez más gente se da cuenta de que la buena iluminación puede ser algo mucho más que eso. Es mejor cuando sus cualidades pasan de orientarse a la tarea a centrarse en el ser humano. La clase de iluminación con la que se consigue que un espacio parezca más natural también eleva el espíritu humano y aumenta la sensación de seguridad y organicidad. Por ejemplo: integrar una sensación de naturalidad en una oficina puede lograrse convirtiendo a las paredes y los techos en las zonas más luminosas del espacio, del mismo modo que el cielo es, de forma natural, la zona más luminosa en el exterior. En los espacios interiores, una iluminación excepcional ya constituye una parte integral del diseño arquitectónico.
Por el contrario, una mala iluminación deficiente que sea funcional pero no resulte agradable, no se adapta al entorno, ya que se trata únicamente de encender o apagar luces.
Seguir al sol
Aunque una iluminación óptima puede resultar refrescante, nada lo es más que una buena noche de sueño. Por lo tanto, es importante tener en cuenta una iluminación que ayude a seguir el ciclo natural del ritmo circadiano del cuerpo. La iluminación natural, a diferencia de la artificial, es dinámica. A primera hora de la mañana y a última de la tarde, la temperatura del color es un naranja cálido, lo que provoca una sensación de relajación en el cuerpo y en la vista. En las horas centrales del día, la temperatura del color es un azul más frío, lo que nos aporta más energía y un estado mental despejado. El ritmo circadiano del cuerpo está sincronizado con este cambio de la luz natural. El término iluminación circadiana se refiere a la iluminación artificial que imita este patrón y, por su naturaleza, se denomina iluminación centrada en el ser humano.
De fuera a dentro: la luz que mejora la vida
Gracias a la moderna tecnología de la iluminación, existen diversas opciones con las que se imita la luz natural y se crean soluciones de iluminación centradas en el ser humano. Con un buen diseño de la iluminación interior se obtienen resultados cuantificables que repercuten considerablemente en la salud física y mental. Para que la iluminación de interior esté centrada en el ser humano (en oficinas, tiendas, hostelería y entornos arquitectónicos interiores) y mejorar mucho el bienestar, existen diferentes oportunidades y posibilidades.
Con la iluminación de tiendas se puede guiar a los clientes y destacar determinados productos a fin de aumentar la fidelización de los clientes y las ventas. La iluminación puede proporcionar el impulso adicional que se necesita para aumentar la creatividad y la productividad en escuelas y lugares de trabajo. Las personas mayores pueden relajarse y sentirse con más energía gracias a una iluminación automatizada centrada en el ser humano que sigue los patrones de la luz natural. La luz da vida y su calidad repercute enormemente en cómo nos sentimos.
*Fuente: Report ‘Quantified Benefits of Human Centric Lighting’ by LightingEurope & ZVEI, April 2015 **Fuente: Healthy offices research, CBRE, https://www.cbre.nl/en/healthy-offices-research
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